Las tradicionales ferias que se realizan en casi todas las localidades de Tucumán durante diferentes días de la semana, preferentemente los fines de semana, constituyen en muchos casos no sólo un típico lugar para comercializar distintos productos elaborados, verduras y frutas, animales faenados y productos chacinados, artículos artesanales, se vende ropa, CD, películas, productos de carpintería y otros, sino que además se convirtieron en un atractivo turístico de gran envergadura.
En todos los casos, son los productos alimenticios los que deben ser cuidadosamente comercializados, pasando por una correcta cadena de elaboración y conservación para evitar que ciertos patógenos que puedan contener no sean transmitidos al consumidor.
Por ello es necesario que las autoridades zoofitosanitarias nacionales, provinciales y municipales tomen todos los recaudos para que los controles sobre este tipo de mercaderías sean lo más eficientes posibles para evitar transmitir problemas sanitarios a las personas que lo consumen y que periódicamente participan en este tipo de ferias.
Últimamente, se está viendo que el Senasa viene realizando operativos de control en la principal feria que se desarrolla en la localidad de Simoca, a través de controles de productos cárnicos tratando que con este tipo de inspecciones se generen las condiciones para respetar la cadena de frío, imprescindible para disminuir el riesgo de enfermedades, mejorar la inocuidad de la carne y generar confianza entre el comercializador y el consumidor.
Enfermedades transmisibles
Es importante destacar que las zoonosis constituyen un grupo de enfermedades comunes al hombre y a los animales, y que pueden ser de transmisión directa -a través de algún fluido corporal como orina o saliva- o de transmisión mediada, a través de un insecto.
En el caso particular sobre los productos alimenticios que venden los feriantes, hay zoonosis que pueden ser contraídas por consumo de alimentos de origen animal que no cuentan con los controles sanitarios correspondientes, o por consumo de frutas y verduras crudas mal lavadas. Las zoonosis pueden ser causadas por diferentes agentes, como parásitos, virus o bacterias.
La brucelosis, la fiebre amarilla, la fiebre hemorrágica argentina, la gripe aviar, el hantavirus, la hidatidosis, la leishmaniasis visceral, la leptospirosis, la rabia, la sarna, el síndrome urémico hemolítico, la toxoplasmosis, la triquinosis y la tuberculosis bovina son algunas de las zoonosis que se encuentran en el país. Para la atención y promoción de la salud respecto de estas enfermedades, lo más importante es actuar preventivamente en tres niveles elementales: proteger la salud humana, proteger la salud animal (de los animales de producción, compañía y fauna silvestre beneficiosa) y cuidar el ambiente de residencia habitual o trabajo.
Controles periódicos
Sin duda que los controles de todo tipo de alimentos que son consumidos o comercializados en este tipo de ferias deben ser los correctos para evitar que algún agente nocivo pueda afectar al consumidor.
Para ello, los controles que se realizan actualmente por las autoridades del Senasa buscan verificar que la totalidad de los puestos de venta de carne y sus derivados exhiban sus productos cárnicos en heladeras o freezer, y que no se vendan o comercialice la carne de aquellos que no poseen estos elementos para refrigerar.
Este tipo de procedimiento, que deben ser regulares y periódicos y realizados por todas las autoridades zoofitosanitarias que participan en nuestra provincia, deben servir para verificar el cuidado de la inocuidad y de la sanidad de los productos cárnicos, y otros alimentos que terminan consumiéndose en este tipo de ferias, muy tradicionales en nuestra región.
Para prevenir la zoonosis de cualquier tipo no sólo se debe apoyar en los trabajos de control de un producto final, sino que se requiere de un seguimiento permanente de toda la cadena productiva y que todos los productores involucrados conozcan todos los cuidados a tener en cuenta para producir un alimento sano.
En este sentido, los trabajos en conjunto con las demás instituciones provinciales y nacionales que asisten técnicamente en toda la cadena productiva deben ser permanentes.
Es por ello que el Senasa, desde su registración como productores, hasta el control sanitario de lo producido; el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Eeaoc, desde sus lugares investigación, desarrollo y transferencia de conocimiento y tecnología agropecuaria, deben promover en forma constante que los productores tomen conciencia de lo que producen y que se respete todo lo relacionado a las buenas prácticas agrícolas, prevención de enfermedades y bienestar animal.
De nada sirve producir un alimento totalmente inocuo y que en la última etapa de su cadena, que es la comercialización, se tire por la borda todo lo realizado.
Para ello es necesario sumar a toda la estructura el apoyo que deben brindar las autoridades zoofitosanitarias provinciales y municipales de cada localidad, donde se realizan este tipo de ferias. El mejor remedio en estos casos, es la prevención.